sábado, 7 de enero de 2012

A la búsqueda de un Dios benevolente


Por Osvaldo Bayer
Página 12
Desde Bonn, Alemania

“Se puede ser o demócrata o religioso.” Estas profundas y valientes palabras las acaba de pronunciar el escritor israelí Yoram Kaniuk. O una cosa o la otra. Al pronunciarlas, el sabio hombre de letras lo aplicó a su país, Israel, y su estado actual, después de miles de años de experiencia. Vayamos al análisis de las religiones. ¿Qué han logrado en el mundo? ¿Cuántas guerras religiosas devastaron las presuntas civilizaciones? El odio nacido entre las religiones existentes pero también entre las distintas disidencias dentro de una misma religión, ¿cuántas vidas ha costado? Vayamos por ejemplo a la “quema de brujas” que hizo el catolicismo durante décadas.

Justamente aquí, en Alemania, ha causado tremenda impresión la publicación de documentación fidedigna de cómo el Arzobispado católico de Köln (Colonia) durante el gobierno nazi de Hitler aprovechó a los trabajadores esclavos traídos desde Rusia y Polonia para hacerlos trabajar en sus instalaciones. La historiadora Anne Ostermann, quien estuvo a cargo de esa investigación, lo explicó en una rueda de prensa. Allí señaló que “la Iglesia Católica aprovechó sin ningún escrúpulo esa situación”. Debieron trabajar esos prisioneros civiles en hospitales, en las chacras de la Iglesia, en orfanatos y en escuelas católicas, llevando a cabo siempre las tareas más inferiores, como las de limpieza, sin respeto de horarios. En esa zona se emplearon esas fuerzas de trabajo en 96 instalaciones. Cuando los hospitales, por ejemplo, necesitaban personal, las monjas o los sacerdotes se dirigían a las oficinas oficiales a pedir hombres o mujeres. Se traía entonces ese número pedido en camiones o vagones ferroviarios desde Polonia o Rusia, personas que se tomaban directamente de las calles y se las transportaba sin decirles el destino.

Entre los prisioneros se encontraban muchas madres que así se vieron alejadas de sus hijos y trasladadas a centenares de kilómetros de sus hogares. La autora señaló que en 1944 había 180.000 trabajadores esclavos en el Arzobispado de Köln (Colonia). Se los hacía trabajar entre 12 y 13 horas diarias. Una de las prisioneras, Nina de nombre, ucraniana, declaró: “Fui llevada a los 15 años como esclava. Los nazis destruyeron mi juventud. Yo quería estudiar, pero me llevaron prisionera desde mi ciudad a Alemania y me pasé esos años juveniles haciendo limpieza en un hospital”.

Pero, claro, para qué hablar del comportamiento de la Santa Sede frente al nazismo y al fascismo italiano si los argentinos tenemos para recordar la actitud de las autoridades máximas de la Iglesia Católica Argentina con respecto a la dictadura de la desaparición de personas, pese a la valiente excepción de algunos obispos y sacerdotes, como Angelelli y De Nevares.

La Historia está para aprender y los pueblos al parecer están aprendiendo. Por ejemplo, en la ciudad alemana de Rheinbach, entre 1631 y 1636 fueron quemadas vivas setenta “brujas” por orden de los llamados “comisarios de brujas”. El partido ecológico Verde ha presentado ahora una moción para rehabilitar la memoria de esas setenta mujeres. En principio, el alcalde señaló que esa tarea le corresponde hacerla a la Iglesia Católica porque los procesos contra esas mujeres fueron llevados a cabo por esa Iglesia. Finalmente se aprobó y se realizará un acto recordativo, y el alcalde declaró: “No podemos librarnos de la vergüenza por lo cometido hace casi cuatrocientos años, pero por lo menos podemos aprender a no hacer discriminaciones contra grupos o personas”. Aprender de la Historia.

Pero, salvo estos casos aislados de reacción contra lo irracional, hasta ahora hay poco eco en las religiones. Hemos visto en la Iglesia Católica que cada vez más salen a la luz casos de pedofilia cometidos por curas y los llamados hermanos en escuelas religiosas e iglesias en cursos de doctrina. En Holanda acaba de revelarse un nuevo escándalo sexual. Siempre, cuando salía a la luz un caso de pedofilia, en el catolicismo se respondía “No sabíamos nada”. Ahora ya no se puede responder así. Los curas recomendaban, cuando se conocían casos parecidos: “Rezar, rezar y mirar hacia adelante”. Lo de Holanda lo dice todo. El ministro Wim Deetmanm, presidente de la comisión independiente que ha investigado esos casos de abuso sexual por los sacerdotes católicos, ha escrito: “Desde 1945, en las instalaciones católicas han ocurrido más de diez mil casos de abuso sexual con menores. En todos los sectores de la Iglesia Católica se supo eso, pero todos callaron”. Ante esa declaración irrefutable, por primera vez los obispos católicos holandeses hicieron una declaración en la que señalan: “Estamos profundamente avergonzados porque los responsables dentro de la Iglesia no fueron capaces de tomar las medidas necesarias”. El arzobispo Simonis no respondió y fue defendido por el arzobispo Wim Eljk, así: “El obispo Simonis no se enteró de los abusos sexuales en los internados de alumnos”. De acuerdo al estudio realizado entre 34.000 holandeses, el 9,7 por ciento de ellos fueron abusados sexualmente. La Iglesia respondió que se trata de un problema de toda la sociedad. El obispo respondió a eso: “Fue un error callar y también la actitud de sólo trasladar de colegio a los responsables del delito. La inocencia de los niños tiene una importancia fundamental para la sociedad toda”. Los diarios holandeses comentaron que la Iglesia Católica de ese país este año vivió una Navidad nada agradable.

Es que el problema no está sólo en la denuncia. La Iglesia Católica tiene que rever aquello de la castidad y el celibato para sus sacerdotes y monjas y terminar para siempre con el mito de que María, la madre de Jesucristo, fue siempre virgen. El amor no puede ser nunca pecado salvo, sí, cuando hay violación.

Aquí, en Alemania, acaba de ocurrir un nuevo caso de abuso sexual por un sacerdote católico. Ocurrió en Würzburg, cuando un cura de 59 años reconoció haber tenido contactos sexuales con un menor de edad. El cura fue de inmediato pasado a retiro. Por lo menos eso se ha logrado.

Lo mismo ocurre con lo que es practicado por muchas otras religiones: ver el cuerpo de mujer como un objeto de pecado. Acaba de ocurrir en Israel, cuando la judía Tanja Rosenblit se sentó en la primera fila de asientos de un ómnibus para ultraortodoxos judíos. ¡Para qué! Los ultraortodoxos judíos se levantaron y trataron de desalojarla por la fuerza, ya que para ellos las mujeres sólo pueden sentarse en los asientos de atrás. El hecho trascendió, y ahora Tanja es una feminista heroica para sus congéneres que van a luchar para terminar con esa discriminación. Y ya se han movilizado grupos de israelíes que van a ocupar esos medios de transporte y defender a las mujeres que se sientan adelante. Pero hay preocupación en Israel porque los ultraortodoxos religiosos van ganando cada vez más poder. Cada vez más ultrareligiosos se retiran de sus ghettos y van a ocupar casas en los barrios llamados modernos de Tel Aviv. Hace pocos días, una niña de apenas ocho años fue escupida por ultraortodoxos porque su cuerpo no estaba totalmente cubierto con su vestido. Es increíble, en esa tierra que por sus experiencias y persecuciones debería ser habitada por sabios, todavía hoy se encuentran sectas –cada vez más numerosas– con esos principios absolutamente irracionales.

Para no hablar de los pueblos árabes y musulmanes y sus ultrarreligiosos, con su increíble limitación de la libertad de la mujer y sus atentados contra los que piensan distinto. Por eso, lo que acaba de suceder en Arabia Saudita es una verdadera revolución. Sí, es llamada “la revolución de los corpiños”. Por primera vez se ha permitido que las mujeres sean atendidas por mujeres en la compra de su ropa interior. Hasta ahora sólo estaba permitido a vendedores hombres aceptar el pedido de ropa interior femenina para mujeres. Pero, en una medida revolucionaria, el rey Abdullah aprobó la ley por la cual las ventas de ropa femenina y productos cosméticos puedan ser atendidas también por mujeres. Y ha habido una reacción inmediata: ya se han anotado 28.000 mujeres para ocupar esos puestos de trabajo.

Increíble el ser humano. Increíbles sus religiones. Ninguna de ellas ha conseguido eliminar las guerras entre los pueblos. Ninguna de ellas ha solucionado los problemas económicos del mundo entero. Ninguna de ellas inició nunca un diálogo con otras religiones para llegar a un consenso de sentimientos, dar pasos positivos y solucionar, por lo menos, el hambre de los niños en el mundo. En vez de esclarecer se aplica la palabra “pecado” como explicación de todo. Un trabajo para los congresos de psicólogos sería: ¿por qué el ser humano inventó tales religiones? En vez del diálogo racional, no, “eso es pecado”, “Dios lo dispuso así”, “el ser humano es malo por naturaleza”, donde cabe la racional pregunta: entonces, ¿por qué Dios lo creó así?

La única salida es la búsqueda a través de la Ciencia. Ciencia y no guerras. Ciencia y no countries para unos y villas miseria para otros. Ciencia, pero por sobre todo, el ser humano tiene la Ética como camino. La defensa de la vida. Ahí no puede haber dudas.

viernes, 6 de enero de 2012

El secreto de Venezuela en su lucha contra la pobreza


Juan Paullier- BBC Mundo, Caracas
5 de enero de 2012

Para los partidarios de Hugo Chávez, probablemente sea uno de los datos más halagadores.

El 27,8% de la población venezolana vive por debajo de la línea de pobreza. Fuente: BBC Mundo



Venezuela es el segundo país de América Latina donde más se ha reducido la pobreza en los últimos 12 años, detrás de Ecuador, que entre 1991 y 2010 la redujo en 26,4%.

La tendencia regional registró los niveles más bajos de pobreza e indigencia en dos décadas, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El 27,8% de los 29 millones de venezolanos viven por debajo de la línea de pobreza. Cuando el presidente Chávez llegó al poder en 1999, era el 49,4%.

Las cifras concuerdan con el discurso de "justicial social" de Chávez, pero, contrariamente a lo que se podría pensar, no son consecuencia directa de las llamadas "misiones" (programas sociales).

"A lo que más se atribuye la disminución de la pobreza (en Venezuela) –le dice a BBC Mundo Martín Hopenhayn, director de la División de Desarrollo Social de la Cepal– es al aumento de los ingresos laborales, mucho más que a los programas de transferencias".

Las razones

Detrás del caso venezolano hay beneficios extraordinarios por los precios del petróleo, mejoría en los ingresos laborales y mayor distribución de las rentas.

A diferencia de otros países, donde se atribuye al crecimiento económico las mejoras en los niveles de pobreza, en Venezuela la distribución cobró mayor protagonismo.

Mientras en Argentina el 80% de la variación se debió al crecimiento y el 20% a la distribución, esos porcentajes alcanzaron en Venezuela el 45% y el 55%, respectivamente, de las más altas en la región.

Para el gobierno venezolano la clave pasa por las "misiones", con las que aspiran a tener "en la próxima década cero pobreza", según el vicepresidente, Elías Jaua.

Desde que empezaron en el 2003, están dirigidas a proveer asistencia médica básica gratuita, alimentos subsidiados y educación primaria y secundaria.

Hay misiones destinadas a reducir el déficit de dos millones de hogares, así como dar asignaciones mensuales a las mujeres embarazadas, familias con niños en pobreza extrema, y ancianos pobres sin pensión, con las que el Gobierno se propone reducir la indigencia del 10,7% al 3% de la población.

Pero no todos creen que esa sea la solución a la pobreza en el país.

"Es posible que los ingresos de los hogares puedan mejorar sin que la economía sea más productiva", dice a BBC Mundo el sociólogo Luis Pedro España, del "Proyecto Pobreza" de la Universidad Católica Andrés Bello.

"Un ingreso petrolero alto hace que a través del gasto público y los subsidios mejore el ingreso de los hogares, pero una medición de la pobreza sustentada sólo en el ingreso corre el riesgo de verse distorsionada, ¿qué pasa con el acceso a servicios públicos, salud, educación?".

"Con cualquier otro gobierno habría ocurrido igual. No se generan las condiciones estructurales, se depende del precio del petróleo", opina el sociólogo.

Hopenhayn asegura que para que esta mejoría sea sustentable en el tiempo, se necesita un "alto nivel de crecimiento económico sostenido y que las transferencias no sean un incentivo negativo para que los beneficiarios se inserten en el mercado laboral".

Menos desigualdad

El Gobierno también destaca que Venezuela es ahora el país menos desigual -o con menor concentración del ingreso- de la región, históricamente caracterizada por ser la más desigual del mundo.

Esta situación también mejoró en la región y en Venezuela específicamente pasó de 0,498 a 0,394, medida por el coeficiente de Gini, utilizado para establecer la desigualdad en un país.

Un valor de 0 expresa igualdad total y un valor de 1, una desigualdad máxima.

Guatemala, el más desigual de la región, tiene un índice de 0,585.

Ayudas públicas, incrementos en el salario mínimo, acceso a la educación básica y cambios en la estructura tributaria son políticas para disminuir la desigualdad a corto y a mediano plazo.

Hopenhayn asegura que a largo plazo para América Latina "las claves son mejorar la fiscalidad, reducir la brecha en los años de escolaridad y reducir las brechas de productividad", ya que más de la mitad de los empleados se encuentran en el sector informal o microempresas y es en el estrato de las grandes empresas por donde pasa el 67% del Producto Interno Bruto regional.

Avances en el Índice de Desarrollo Humano

En el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Venezuela también muestra avances, siendo uno de los tres países que más ha escalado en los últimos cinco años.
El IDH es un número entre 0 y 1, que incluye promedio de ingresos personales, esperanza de vida y acceso a la educación.El IDH de Venezuela es 0.735, lo que la coloca en el puesto 14 de las 33 naciones de América Latina y el Caribe, por encima de Perú, Ecuador, Brasil y Colombia.
El gobierno disputa eso, pues asegura que la ONU no usa las cifras correctas en materia de escolaridad lo que, según las autoridades, pondría a Venezuela en el puesto 65 a nivel global y no en el 73.


 

lunes, 2 de enero de 2012

Cuba: Logros y retos de la Revolución


Por Yeanny González Peña *
Prensa Latina- La Habana

A 53 años del triunfo de la Revolución, Cuba se encuentra inmersa en la actualización de su modelo económico, proceso diseñado para garantizar la continuidad y el fortalecimiento del sistema socialista adoptado por la isla.

La victoria del Primero de Enero de 1959 desplazó la vieja filosofía que promovía la calidad de vida de un reducido grupo con el poder económico y político, y cambió el estatus de las grandes masas desposeídas.

Esas transformaciones se enmarcan en un escenario hostil, considerando que siete de cada 10 cubanos han nacido bajo los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la isla, medida unilateral que ha limitado profundamente el desarrollo del país.

Sin embargo, el gobierno establecido se propuso superar la pobreza heredada de más de 400 años de colonialismo, pese a la hostilidad de la Casa Blanca.

Una de las primeras medidas de beneficio social fue la Ley de Reforma Agraria, que proscribió el latifundio con la nacionalización de las propiedades de más de 402 hectáreas y entregó la tierra a decenas de miles de campesinos.

La acción acentuó la hostilidad de Washington, pues compañías norteamericanas poseían importantes propiedades e intereses tanto en el campo como en otros sectores del país caribeño.

Le siguieron otras de corte progresista, entre ellas una campaña que en poco más de un año convirtió a Cuba en el primer territorio libre de analfabetismo de América Latina.

Cifras oficiales indican que en 1959 solo había aquí 25 mil titulados, faltaban escuelas para más de medio millón de niños, 10 mil maestros estaban sin trabajo; era casi inexistente la enseñanza media y un 30 por ciento de los cubanos no sabía leer ni escribir.

En cambio, con el inicio del curso escolar 2011-2012, el pasado 5 de septiembre, abrieron sus puertas más de 60 universidades de la isla, con una matrícula de cerca de 500 mil alumnos, según publicó el sitio digital Cubadebate.

En la actualidad, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoce que el 99,8 por ciento de los cubanos mayores de 15 años saben leer y escribir.

El derecho al trabajo, a la salud, a la cultura y al deporte también se convirtieron en premisas de la sociedad cubana; por primera vez, un gobierno se preocupó por eliminar los lastres heredados de la seudorrepública tales como la drogadicción, el crimen organizado, la prostitución y el abuso infantil.

Al respecto, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó a finales de año que para 2012, más de 17 mil millones de pesos serán destinados a educación, salud, cultura y otras esferas sociales, monto que supera la mitad de los gastos previstos en la actividad presupuestada de la isla.

Cifras oficiales indican, además, que la tasa de mortalidad infantil en el país se encuentra por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos y la esperanza de vida es de 78 años.

Las políticas emprendidas desde el propio 1959 hacen posible que Cuba muestre hoy logros de cara a los objetivos de Naciones Unidas para 2015.

"En Cuba, las metas previstas en la Declaración del Milenio han sido cumplidas prácticamente en su totalidad, y en algunos casos superadas con creces", afirmó el canciller Bruno Rodríguez el pasado año ante la plenaria de Alto Nivel de la ONU.

Rodríguez señaló además que el compromiso del país caribeño rebasa sus fronteras, al contribuir al desarrollo social de otras naciones del Tercer Mundo.

En el orden interno, Cuba, actualmente con 11,2 millones de habitantes, también consiguió éxitos culturales y deportivos que la sitúan al nivel de los países desarrollados.

Obtuvo el segundo lugar en los Juegos Panamericanos Guadalajara-2011, con 58 medallas de oro, y defiende el acceso pleno a la cultura y al deporte en medio de importantes desafíos económicos, políticos y sociales.

Años de crisis económica en los 90, dificultades de liquidez y deuda con proveedores internacionales, obligaron a La Habana a ajustar sus planes económicos y a potenciar la eficiencia empresarial.

Estas iniciativas vinieron acompañadas de medidas, tales como la entrega en usufructo de tierras y la ampliación del trabajo por cuenta propia, que ya emplea a casi 360 mil personas.

Mientras que en 2010 el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) fue de 1,9 por ciento en relación con el anterior, para el cierre de este se vislumbra un aumento de 2,7. A todas luces mejor, pero aún por debajo del valor proyectado de tres por ciento.

La rectificación a la baja fue causada, fundamentalmente, por el incumplimiento del plan de construcción y montaje para inversiones.

A finales de año los cubanos recibieron la buena nueva de que el turismo, la locomotora de la economía, marcó record de visitantes al superar los dos millones 531 mil 745 visitantes del calendario anterior.

Para 2012, el país prevé un incremento de su PIB de 3,4 por ciento, proyección aprobada por el Parlamento. Asimismo, la lucha contra la corrupción y la ineficiencia se han convertido en ejes esenciales del gobierno del presidente Raúl Castro.

Hoy, cuando muchos países sufren las consecuencias de la crisis financiera internacional y continúa la hostilidad contra la isla, Cuba está dispuesta a hacer el esfuerzo por salir adelante y conservar los beneficios de más de medio siglo de socialismo.

*Periodista de la Redacción Nacional de Prensa Latina.