lunes, 28 de febrero de 2011

Asuntos Mineros

Un afán similar al que me llevó a abrir mi primer blog me ha llevado a abrir un segundo.

Ésta vez el interés es poner una pupila vigilante a la gran minería trasnacional, que se nos presenta como supuesto motor de desarrollo, pero que en la práctica sólo permitirá la intensificación de un modelo económico basado en el robo a las riquezas de nuestro subsuelo.

Bienvenidos


Se admiten proscritos, rabiosos, pueblos sin hogar,
desaparecidos, deudores del banco mundial.

Álvaro Uribe y la masacre de El Aro

Reproduzco el siguiente artículo relacionado con lo que tantas veces denunció Jesús María Valle.

Texto actualizado a partir de nuevos datos que señalan que Villalba, único testigo que ha denunciado la participación de Álvaro Uribe en una masacre, fue investigado por el DAS antes de ser asesinado.



El asesinato de Francisco Villalba.
Álvaro Uribe y la masacre de El Aro

Por Guillermo González Uribe - Revista Número


Su nombre era Francisco Enrique Villalba Hernández, alias «Cristian Barreto». Lo condenaron junto con dos de los máximos jefes paramilitares, Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, por la masacre de El Aro; estos últimos a 40 años de cárcel, y Villalba a 33 años y 4 meses1. Alias Cristian Barreto se entregó a la justicia el 13 de febrero de 1998, tres meses después de dicha masacre, para aliviar su conciencia2. Luego de los testimonios que ofreció el año pasado ante la Fiscalía General de la Nación y el Congreso de la República, lo asesinaron el 23 de abril del 2009.

La masacre de El Aro ha sido una de las más crueles perpetradas por los paramilitares: durante una semana se pasearon libremente por la zona, cometiendo desmanes contra sus habitantes y sus posesiones: «Con toda la parsimonia del caso, como a sabiendas de que nada les impediría su calculada carnicería, cazaron, torturaron y vejaron a sus 17 víctimas, quemaron 42 de las 60 viviendas, se robaron 1.200 reses y forzaron a 702 habitantes a salir huyendo para salvar la vida»3. Los relatos de los hechos son espeluznantes: descuartizamientos, violaciones, saqueos. Al tendero del pueblo, Marco Aurelio Areiza (64 años), lo amarraron, lo torturaron, le sacaron el corazón4, los ojos y los testículos.

El testimonio inicial de Villalba y otros más se corroboraron en la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condenó al Estado colombiano por los hechos, en pronunciamiento que sintetiza el horror de la violencia paramilitar en el país5. Incluso la sentencia señala que «Colombia reconoció su responsabilidad internacional… en vista de la participación de agentes suyos en los hechos».

Los textos citados que reconstruyen los sucesos hablan de cómo se pidió apoyo a la gobernación de Antioquia, así como al ejército y a la policía, pero las autoridades no ayudaron a los pobladores, e incluso «Miembros del ejército iban arreando el ganado»6 robado a los campesinos. Este hecho formó parte de la sangrienta estrategia paramilitar para combatir a la guerrilla, despojar de bienes y tierras a campesinos, proteger a los terratenientes y tomar el control de regiones claves para el narcotráfico. Las masacres de los corregimientos de El Aro y La Granja, municipio de Ituango, se cometieron en desarrollo de la lucha por el Nudo de Paramillo, zona vital para el dominio del departamento de Antioquia y de la región, que estaba bajo la influencia de la guerrilla, según lo reconoció el propio líder paramilitar Salvatore Mancuso7. Admitió también él que los paramilitares son hijos del Estado colombiano, y que recibieron adiestramiento y armas por parte de las fuerzas regulares del Estado8. Esta estrategia encontró un terreno fértil para su desarrollo en las cooperativas privadas llamadas Convivir, legalizadas y respaldadas en el departamento de Antioquia en los años noventa, durante la gobernación de Álvaro Uribe9.

Francisco Villalba, el protagonista de este recuento, estudió hasta quinto de primaria. Siendo un niño de diez años conoció a Dandenys Muñoz Mosquera, alias La Quica, quien llegaría a ser lugarteniente del capo más poderoso que ha existido en Colombia, Pablo Escobar Gaviria. Cuando tenía dieciséis, La Quica lo mandó a trabajar con Fidel Castaño, uno de los paramilitares más sanguinarios10. De ahí en adelante la historia de Villalba es semejante a la de otros paramilitares: asesinatos, masacres, torturas, traiciones.

Pese a lo relatado, la noticia del asesinato de Villalba no tendría mayor trascendencia en un país copado por la violencia. Lo que la hace singular es que en sus testimonios vinculó al hoy presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, con una masacre.

Villalba lo afirmó ante la Fiscalía en febrero del 200811 y lo ratificó luego ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, en noviembre del mismo año. El 22 de abril del 2009, pocos meses después de su testimonio ante el Congreso de la República, y cuando había pasado apenas algunos días en prisión domiciliaria, sicarios que utilizaron armas con silenciadores12 lo asesinaron frente a su casa, en el municipio de La Estrella, adjunto a Medellín13, cuando estaba acompañado de su esposa y su hija de cuatro años.

Dice Villalba en su testimonio ante el Congreso de la República14 que en la reunión en que se planeó la acción sobre El Aro estuvieron presentes «Álvaro Uribe y Santiago Uribe, el señor Mancuso, Cobra, Noventa, Carlos Castaño, mi persona, Junior y los 22 hombres que yo tenía bajo mi mando». Agrega que luego de la matanza se celebró otra reunión en la que además de varios jefes paramilitares, como Mancuso y Carlos Castaño, estaban Álvaro y Santiago Uribe, y que el entonces gobernador de Antioquia «Nos felicitó y todo a nosotros». Añade que la operación se realizó para liberar a varios secuestrados, entre ellos a Mario, primo de Álvaro Uribe. Habla además de cómo el helicóptero de la gobernación sobrevoló la zona durante la masacre. Afirma que el hermano de Álvaro, Santiago Uribe, es el dueño del grupo paramilitar Los Doce Apóstoles. Se refiere luego a una supuesta carta suya al presidente Álvaro Uribe, en la que se retracta de sus acusaciones, pero indica que esa carta es falsa: «Yo nunca me voy a retractar, yo lo que dije me quedo ahí, si me van a matar que me maten…». Habla también de otra carta dirigida al presidente Uribe, en la que el paramilitar Junior dice que Villalba no fue autor intelectual ni material de la masacre. Al respecto, alias Cristian Barreto responde que en la cárcel les propusieron a varios desmentir sus acusaciones, y que el único que aceptó fue Junior. «Hay una contradicción del señor Junior.

Él dice que yo no participé en la masacre de El Aro. Si yo no participé entonces por qué estoy detenido, primero que todo porque me hicieron reconocimiento los familiares de las víctimas…», explica. Cuando le dicen en el interrogatorio que no hay registro del vuelo del helicóptero de la gobernación en la zona durante los días de la acción paramilitar, responde que esto proviene de «el monopolio del país, el monopolio que quieren ocultar cosas y dejarlo a uno como un mentiroso como que está echando mentiras, yo siempre he pedido una veeduría internacional…». Una última cita de este documento; luego de afirmar que ha sido objeto de varios atentados, Villalba agrega: «… así me maten que lo logren hacer van a callar pero las pruebas saldrán después… Son muchas pruebas que hay ocultas que muy pronto van ha (sic) salir». No es fácil creer este testimonio de Villalba, pero los hechos generan por lo menos varias preguntas:

Si era un testigo tan excepcional, que había sido objeto de atentados y afirmaba que lo iban a matar, ¿por qué se le dio prisión domiciliaria sin brindarle protección?

Si se le creyó a Villalba cuando confesó la masacre de El Aro, y por eso la justicia colombiana lo condenó, junto con Mancuso y Castaño, ¿por qué ahora se le da credibilidad a la carta de otro paramilitar en la que se asevera que Villalba no tenía mando ni participó en los hechos?

¿Por qué aparece de pronto, en la Presidencia de la República, una carta supuestamente de Villalba en la que asegura que era mentira lo que dijo del presidente, pero el propio Villalba enfatiza que él no la escribió?

¿Por qué se le da amplia difusión y credibilidad a esa carta que, según investigación de Noticias Uno, y dictamen de un grafólogo, no la escribió Villalba sino otro preso que por interpuesta persona la hizo llegar a la Presidencia de la República?15.

¿Por qué la defensa dice que no hay constancia de que el helicóptero de la gobernación estuvo en El Aro durante la masacre porque no aparece en los registros de la gobernación, pero además del testimonio de Villalba, el jefe paramilitar Salvatore Mancuso sostuvo en su versión libre del 18 de noviembre del 2008 que «un helicóptero de la gobernación de Antioquia sobrevoló El Aro durante la masacre»16.

¿Por qué en esa misma declaración Mancuso afirma que «… el entonces secretario de Gobierno de la gobernación de Antioquia, Pedro Juan Moreno, se enteró de lo que iba a pasar en El Aro en una reunión que tuvo con Carlos Castaño a la que asistió Salvatore Mancuso en Tierralta, Córdoba, previa a la masacre. Moreno había pedido personalmente a Castaño una cita para hablar sobre las Convivir de Urabá, de las que fue uno (de los) defensores en Antioquia»?

¿Quién o quiénes deben responder ante el Estado colombiano por los $3.500 millones que la Corte Interamericana de Derechos Humanos lo condenó a pagar a los familiares de las víctimas de las matanzas de El Aro y La Granja?17.

La masacre de El Aro es un caso salpicado de hechos, coincidencias, interrogantes, patrones de comportamiento que no dejan de preocupar.

Al defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo, quien había denunciado en repetidas ocasiones el accionar paramilitar ligado al ejército en La Granja y El Aro, lo señaló el entonces gobernador Álvaro Uribe Vélez como «enemigo de las fuerzas armadas»18, y la IV Brigada lo denunció penalmente.

En su defensa, Valle Jaramillo manifestó:

«Yo siempre vi, y así lo reflexioné, que había como un acuerdo tácito o como un ostensible comportamiento omisivo, hábilmente urdido entre el comandante de la IV Brigada, el comandante de la policía de Antioquia, el doctor Álvaro Uribe Vélez, el doctor Pedro Juan Moreno y Carlos Castaño. Todo el poder de los grupos de autodefensa se ha consolidado por el apoyo que ese grupo ha tenido con personas vinculadas al gobierno, al estamento castrense, al estamento policivo y a prestantes ganaderos y banqueros del departamento de Antioquia y el país»19.

Al poco tiempo de hacer esta declaración, a Jesús María Valle Jaramillo lo asesinaron.

Por último, cabe señalar que Salvatore Mancuso, uno de los implicados en el testimonio de Francisco Villalba, y quien fue extraditado por el presidente Uribe hace más de un año a Estados Unidos, en entrevista a la revista Cambio titulada «Conmigo extraditaron la verdad», dice20: «Si a las autodefensas, que supuestamente eran amigas del gobierno, y a Mancuso, el amigo personal de Uribe, les hacen esto (las extraditan), qué no les harán a las Farc, que asesinaron al padre del presidente». Palabras del propio Mancuso, citándose él mismo en tercera persona como amigo traicionado del presidente Uribe. Esa relación de «amigo personal» del hasta hace poco máximo comandante de los paramilitares con el presidente no la habían reconocido hasta ahora ni el presidente ni Mancuso.

Sostiene además Mancuso en dicha entrevista, al hablar de la elección presidencial de Álvaro Uribe: «La gran mayoría de nosotros apoyamos a Uribe porque recibimos instrucciones de los comandantes y así lo hicimos en todos los departamentos con influencia del bloque Norte».

A la pregunta sobre la razón de su extradición, Mancuso responde: «El gobierno se asustó con las actividades de algunos comandantes y porque estábamos reconstruyendo la verdad».

Apéndice
 
En su voto razonado sobre las masacres de El Aro y La Granja, el juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Antônio Augusto Cançado Trindade escribió, citando a Ionesco21:

«Estamos ahora subyugados por la razón de Estado que permite todo: los genocidios, los asesinatos, el meter en cintura a los intelectuales… El Estado es la defensa del crimen. El Estado impulsa el crimen, justifica el crimen… La cultura, que es la única que podría dejar al hombre respirar y darle un poco de libertad, está devorada por el Estado».

Notas

1.     Fiscalía General de la Nación, boletín de prensa, abril del 2003, “http://www.fiscalia.gov.co/pag/divulga/Bol2003/abril/bol160.htm”http://www.fiscalia.gov.co/pag/divulga/Bol2003/abril/bol160.htm.
2.     «Uno se aburre de tanto entierro», entrevista de Villalba con Carlos Giraldo y Miguel Garrido, El Colombiano, 24 de agosto del 2006, reproducida por la página de la Fuerza Aérea Colombiana, “http://www.fac.mil.co/?idcategoria=13778” http://www.fac.mil.co/?idcategoria=13778.
3.     «Las cicatrices de El Aro», Javier Arboleda García, revista Semana, 31 de octubre del 2008, “http://www.semana.com/noticias-conflicto-armado/cicatrices-aro/116851.aspx”http://www.semana.com/noticias-conflicto-armado/cicatrices-aro/116851.aspx.
4.     «Un alivio para la pesadilla», Carlos Alberto Giraldo, El Colombiano, 18 de diciembre del 2005, “http://www.micolombiano.com/BancoConocimiento/U/un_alivio_para_la_pesadilla/un_alivio_para_la_pesadilla.asp?codSeccion=59” http://www.micolombiano.com/BancoConocimiento/U/un_alivio_para_la_pesadilla/un_alivio_para_la_pesadilla.asp?codSeccion=59.
5.     Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso de las masacres de Ituango vs. Colombia. Sentencia de 1° de julio de 2006, “http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_148_esp.pdf”http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_148_esp.pdf.
6.     «Un alivio para la pesadilla», ob. cit.
7.     «Las cicatrices de El Aro», ob. cit.
8.     Mancuso: «El paramilitarismo de Estado sigue vivo», 3 de abril de 2008, entrevista con Terra, “http://www.terra.com.co/actualidad/articulo/html/acu10230.htm”http://www.terra.com.co/actualidad/articulo/html/acu10230.htm.
9.     Debate de Gustavo Petro en el Senado: «Siendo gobernador de Antioquia, Uribe autorizó varias Convivir a paramilitares», “http://www.polodemocratico.net/Uribe-autorizo-varias-Convivir-a” http://www.polodemocratico.net/Uribe-autorizo-varias-Convivir-a.
10. «Uno se aburre de tanto entierro», ob. cit.
11. «Detalles del testimonio que involucra a Uribe y a su hermano en una masacre», Gonzalo Guillén y Gerardo Reyes, El Nuevo Herald,
“http://www.elnuevoherald.com/opinion/columnistas/gerardo-reyes/story/511596.html” http://www.elnuevoherald.com/opinion/columnistas/gerardo-reyes/story/511596.html.
12. «Francisco Villalba, un testigo que sabía demasiado», Desde abajo, http://www.desdeabajo.info/index.php/ediciones/185-edicion-146/4531-la-masacre-de-el-aro-11-anos-despues-francisco-villalba-un-testigo-que-sabia-demasiado.html.
13. «Francisco Villalba, quien denunció a Uribe, advirtió que lo iban a matar», El Espectador, “http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articuloimpreso138547-francisco-villalba-quien-denuncio-uribe-advirtio-iban-matar” http://www.elespectador.com/impreso/judicial/articuloimpreso138547-francisco-villalba-quien-denuncio-uribe-advirtio-iban-matar.
14. Cámara de Representantes. Testimonio que rinde el señor Francisco Enrique Villalba Hernández. Expediente 2394. 12 de noviembre del 2008. Fotocopia de la declaración que reposa en los archivos del Congreso.
15. «Antes de morir, Villalba dijo que nunca se retractó de acusaciones contra Uribe», informe de Noticias Uno reproducido por Terratv,
“http://terratv.terra.com.co/Noticias/Noticias-Uno/5499-107360/Francisco-Villalba-habria-prometido-pruebas-en-contra-de-Alvaro-Uribe.htm”http://terratv.terra.com.co/Noticias/Noticias-Uno/5499-107360/Francisco-Villalba-habria-prometido-pruebas-en-contra-de-Alvaro-Uribe.htm.
16. Portal Verdadabierta, “http://www.verdadabierta.com/web3/justicia-y-
paz/versiones/80-versiones/552-mancuso-masacres-y-sus-qaliadosq” http://www.verdadabierta.com/web3/justicia-y-paz/versiones/80-versiones/552-mancuso-masacres-y-sus-qaliadosq.
17. «Corte Interamericana de Derechos Humanos condena al Estado por masacre de Ituango», El Tiempo, 28 de julio del 2006, reproducida por Acnur,
“http://www.acnur.org/index.php?id_pag=5410” http://www.acnur.org/index.php?id_pag=5410.
18. «¿Qué fue lo que dijo Jesús María Valle?», revista Semana,
“http://www.semana.com/noticias-on-line/dijo-jesus-maria-valle/101282.aspx” http://www.semana.com/noticias-on-line/dijo-jesus-maria-valle/101282.aspx.
19. «Las responsabilidades en la masacre de El Aro: una verdad por desentrañar», Comisión Colombiana de Juristas,
“http://molascolombianas.com/Portals/0/Bolet%C3%ADn%20No34%2027%20abril2009.pdf” http://molascolombianas.com/Portals/0/Bolet%C3%ADn%20No34%2027%20abril2009.pdf.
20. «Conmigo extraditaron la verdad», entrevista con Salvatore Mancuso, Cambio, 28 de mayo del 2009,
 “http://www.cambio.com.co/portadacambio/830/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-5289247.html
21.     Corte Interamericana de Derechos Humanos, ob. cit.





http://revistanumero.com/index.php?option=com_content&view=article&id=516

domingo, 27 de febrero de 2011

Jesús María Valle- En su memoria


Eran  las 2:30 de la tarde del 27 de febrero de 1998 cuando dos hombres y una mujer asesinaron en su oficina ubicada en el centro de Medellín a Jesús María Valle,  defensor de derechos humanos que en reiteradas ocasiones había acusado a la fuerza pública de actuar en connivencia con paramilitares en Ituango y otros municipios del norte de Antioquia. La orden para su asesinato fue dada por el jefe paramilitar Carlos Castaño.

Reproduzco éste artículo en su memoria


Quién era JESUS MARIA VALLE JARAMILLO?

De extracción campesina y con notoria sangre indígena, Jesús María Valle Jaramillo, nacido en una vereda del Municipio de Ituango, fue acatado líder estudiantil en la Universidad de Antioquia en la década de los años sesenta, hecho para muchos inexplicable porque entonces, él se confesaba de filiación conservadora y en el movimiento estudiantil imperaba, en distintos matices, la ideología de izquierda. Pero, alguna vez, él expresó “Es que yo soy conservador en las ideas, pero comunista en los hechos”.

Ya graduado de Abogado, fue electo Diputado a la Asamblea de Antioquia por el Partido Conservador, pero a pocos meses de ejercer su diputación, en actitud única o al menos excepcional en el país, renunció a ella y a su partido, denunciando públicamente la corrupción y el clientelismo imperantes. Con el transcurso de los años, llegó a convertirse en Maestro Ejemplar en las cuatro Facultades de Derecho más importantes de esta ciudad; Dirigente Comunitario (Promotor y Presidente de la Liga de Usuarios de las Empresas Públicas de Medellín); Dirigente Gremial (Presidente del Colegio Antioqueño de Abogados “Colegas” y del Colegio de Abogados Penalistas de Antioquia); apóstol de los Derechos Humanos y prestigioso Abogado Penalista, que hizo de su ejercicio profesional expresión comprometida y consecuente de un proyecto de vida, de una opción por los humildes, por los injustamente detenidos, por los torturados, por los desaparecidos, por los perseguidos, por los desplazados, que él llamaba “desterrados” y, en fin, por las víctimas de la injusticia social.

Fue miembro del Comité permanente por la Defensa de los Derechos Humanos de Antioquia, desde su creación en 1978; después del asesinato de varios de sus integrantes y Presidentes, especialmente en el año 1967, permaneció en aquél mientras otros se alejaron; y, en este año, después del asesinato de su Presidente, Abogado Luis Fernando Vélez Vélez, asumió la Presidencia y vocería de dicho Comité, hasta el día de su muerte.

Por qué lo mataron?

Lo mataron, en un atemorizado operativo militar, por ser quien era; por su vital compromiso con la Defensa de los Derechos humanos y la justicia y por su opción por los humildes. “El era consciente de lo que hacía y conocía el riesgo y, si optó por él, fue a sabiendas de que gestos como el suyo que en Colombia acaban generalmente con la muerte, son, quizá la única dramática y paradójica forma de luchar por la vida, cuando el Estado no sólo no garantiza los Derechos Humanos sino que, con frecuencia, los vulnera” (Rev. Jueces para la Democracia, nº 31, Madrid, 1998, pág . 99).

Más inmediatamente es posible relacionar su muerte con las denuncias que, por diversos medios y después de haber recurrido infructuosamente ante las autoridades competentes, hizo a finales de 1996 sobre la complicidad del ejército en las violentas acciones paramilitares contra los Campesinos de Ituango, las cuales reiteró durante 1997.


En julio de ese año, ante el incremento de los asesinatos y el desplazamiento de campesinos en Ituango por paramilitares y con el silencio y la omisión cómplice de los militares, Jesús María reiteró públicamente sus denuncias, ante tal actitud, el día 16 de este mes, por varios medios de comunicación, el entonces Gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez y el comandante de la Cuarta Brigada, General Carlos Alberto Ospina Ovalle, denunciaron al doctor Valle Jaramillo como “Enemigo de las Fuerzas Armadas”.

Días después, un militar adscrito a dicha Brigada, denunció penalmente a Jesús María Valle por el delito de calumnia al estamento militar y, precisamente, el día anterior a su asesinato, el jueves 26 de febrero de 1998, él había rendido versión libre ante el Fiscal que adelantaba la investigación preliminar por dicho supuesto delito.

Cuál fue la actitud del señor Rector de la Universidad de Antioquia, doctor Jaime Restrepo Cuartas, ante el asesinato de Jesús María Valle Jaramillo?

El señor Rector, mostró su alineamiento político y su estatura moral, pues desconociendo las múltiples calidades humanas, académicas, profesionales y gremiales del doctor Jesús María Valle Jaramillo, e invocando, como razones, el temor a que se turbara el orden público interno y “…la neutralidad que es propia de la Universidad”, se negó a acoger los despojos mortales de tan importante dirigente ciudadano en algún recinto de la Universidad, para que allí recibiera el homenaje póstumo de la comunidad que lo lloraba, desatendiendo la petición reiterada que hiciera un vocero del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos “Héctor Abad Gómez” y Profesores dela Facultad de Derecho. Además, inexplicablemente, ni el señor Rector ni ninguno de los miembros del equipo rectoral ni del Consejo Superior de la Universidad se hicieron presentes, al menos, en la velación de tan importante dirigente.

Publicado por Grupo Académico: Jornadas por la Defensa de los Derechos Humanos y contra la Impunidad "Jesús María Valle Jaramillo"

viernes, 25 de febrero de 2011

Entrevista con Richard J. Roberts - Premio Nobel de medicina


La siguiente entrevista a Richard J. Roberts -premio nobel de medicina en 1993- fue realizada por el periódico La Vanguardia en marzo de 2009. Dejo a criterio de los lectores qué tan vigente es lo que el científico inglés expresa.

“Ése es otro triste capítulo: apenas se investigan las enfermedades tercermundistas, porque los medicamentos que las combatirían no serían rentables. Pero yo le estoy hablando de nuestro Primer Mundo: la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.” Richard J. Roberts

Lluís Amiguet
La Vanguardia (marzo de 2009)

¿La investigación se puede planificar?

- Si yo fuera ministro de Ciencia, buscaría a gente entusiasta con proyectos interesantes; les daría el dinero justo para que no pudieran hacer nada más que investigar y les dejaría trabajar diez años para sorprendernos.

- Parece una buena política.

- Se suele creer que, para llegar muy lejos, tienes que apoyar la investigación básica; pero si quieres resultados más inmediatos y rentables, debes apostar por la aplicada...

- ¿Y no es así?

- A menudo, los descubrimientos más rentables se han hecho a partir de preguntas muy básicas. Así nació la gigantesca y billonaria industria biotech estadounidense para la que trabajo.

- ¿Cómo nació?

- La biotecnología surgió cuando gente apasionada se empezó a preguntar si podría clonar genes y empezó a estudiarlos y a intentar purificarlos.

- Toda una aventura.

- Sí, pero nadie esperaba hacerse rico con esas preguntas. Era difícil obtener fondos para investigar las respuestas hasta que Nixon lanzó la guerra contra el cáncer en 1971.

- ¿Fue científicamente productiva?

- Permitió, con una enorme cantidad de fondos públicos, mucha investigación, como la mía, que no servía directamente contra el cáncer, pero fue útil para entender los mecanismos que permiten la vida.

- ¿Qué descubrió usted?

- Phillip Allen Sharp y yo fuimos premiados por el descubrimiento de los intrones en el ADN eucariótico y el mecanismo de gen splicing (empalme de genes).

- ¿Para qué sirvió?

- Ese descubrimiento permitió entender cómo funciona el ADN y, sin embargo, sólo tiene una relación indirecta con el cáncer.

- ¿Qué modelo de investigación le parece más eficaz, el estadounidense o el europeo?

- Es obvio que el estadounidense, en el que toma parte activa el capital privado, es mucho más eficiente. Tómese por ejemplo el espectacular avance de la industria informática, donde es el dinero privado el que financia la investigación básica y aplicada, pero respecto a la industria de la salud... Tengo mis reservas.

- Le escucho.

- La investigación en la salud humana no puede depender tan sólo de su rentabilidad económica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no siempre es bueno para las personas.

- Explíquese.

- La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital...

- Como cualquier otra industria.

- Es que no es cualquier otra industria: estamos hablando de nuestra salud y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.

- Pero si son rentables, investigarán mejor.

- Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los seres humanos.

- Por ejemplo...

- He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran acabado por completo con una enfermedad...

- ¿Y por qué dejan de investigar?

- Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento.

- Es una grave acusación.

- Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la industria farmacológica y comprobará lo que digo.

- Hay dividendos que matan.

- Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado más ni puede entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero. Y por eso creo que el modelo europeo mixto de capital público y privado es menos fácil que propicie ese tipo de abusos.

- ¿Un ejemplo de esos abusos?

- Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y curaban del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los microorganismos infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis, que en mi niñez había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado este año pasado a un millón de personas.

- ¿No me habla usted del Tercer Mundo?

- Ése es otro triste capítulo: apenas se investigan las enfermedades tercermundistas, porque los medicamentos que las combatirían no serían rentables. Pero yo le estoy hablando de nuestro Primer Mundo: la medicina que cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.

- ¿Los políticos no intervienen?

- No se haga ilusiones: en nuestro sistema, los políticos son meros empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.

- De todo habrá.

- Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos - y sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras...

Biografía

Richard J. Roberts nació en Derby, Inglaterra, en 1943. Estudió inicialmente Química, posteriormente se traslada a Estados Unidos, donde desarrolla actividad docente en Harvard y en el Cold Spring Harbor Laboratory de Nueva York. Desde 1992 dirige los trabajos de investigación del Biolabs Institute, de Beverly, (Massachusetts).

Obtuvo el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1993, compartido con Phillip A. Sharp, por su trabajo sobre los intrones, fragmentos de ADN que no tiene nada que ver con la información genética. Pudieron describir que la información depositada en un gen no estaba dispuesta de forma continua, sino que se encontraba fraccionada.

martes, 22 de febrero de 2011

Acción Urgente desaparición de la ambientalista Sandra Viviana Cuéllar Gallego en Cali (Para difundir)

AMIGOS DE LA TIERRA INTERNACIONAL Y CENSAT AGUA VIVA DENUNCIAN DESAPARICIÓN DE ACTIVISTA AMBIENTAL     
Autor: Amigos de la Tierra Internacional - CENSAT Agua Viva  
Martes 22 de Febrero de 2011 00:00

Sandra Viviana Cuéllar Gallego

Organizaciones de la sociedad civil en Colombia han denunciado la desaparición de la ambientalista Sandra Viviana Cuéllar Gallego en Cali, desde el 17 de febrero. Amigos de la Tierra Internacional y Censat Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia necesitan tu ayuda para presionar a las autoridades colombianas, para que aceleren la búsqueda de Sandra Viviana.

Sandra es una ingeniera ambiental de 26 años. Trabaja en la protección de cuencas y humedales, así como en la defensa de la participación equitativa de las comunidades locales en las decisiones ambientales que las afectan. Trabajó con Censat Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia en los temas forestales.

Sus documentos de identidad fueron hallados el sábado 19 de febrero, junto a su teléfono móvil, en una zona cercana al lugar donde debió tomar el transporte público hacia Palmira, para dirigirse a la Universidad Nacional de Colombia.

Según la denuncia realizada por su familia, la activista puede haber sido abordada por delincuentes en el Barrio Belalcazar, cerca de la residencia de sus padres. Sin embargo no se descartan motivos políticos en su desaparición.

En Cali, el ambientalista Hildebrando Vélez, está liderando los esfuerzos locales de la búsqueda de Sandra. El dirigente habló de la necesidad de que la comunidad internacional conozca el caso y presione a las autoridades para garantizar su regreso pronto

Muchos ambientalistas han sido asesinados o desaparecidos en Colombia. Debemos enviar un mensaje a las autoridades colombianas y mostrarles que estamos supervisando su respuesta.




Por favor firma la siguiente carta que será enviada al Director del Programa Presidencial de Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo y el Fiscal General:


MODELO DE CARTA


Ciudad, fecha


Como defensores de la vida, queremos hacerle llegar nuestra profunda preocupación por el bienestar de la Ingeniera Ambiental Sandra Viviana Cuellar Gallego, joven ambientalista desaparecida en extrañas circunstancias desde el pasado jueves 17 de febrero en Cali, cerca al Puente del Comercio, en la salida hacia Palmira. Sandra Viviana debía dirigirse a esta ciudad para cumplir compromisos laborales en la Universidad Nacional.

 La joven ambientalista ha colocado sus esfuerzos en la recuperación del río Cauca y en la defensa del agua. Sandra había trabajado con la Asociación CENSAT – Amigos de la Tierra Colombia y actualmente estaba trabajando por la defensa de una reserva natural cercana al municipio de Yumbo (Valle del Cauca).

 Solicitamos vehementemente a las autoridades colombianas, la mayor brevedad en las diligencias policiales y de investigación para hallar con la mayor prontitud a la compañera ambientalista, con tal de garantizar su vida e integridad. Esos son los deseos más importantes de su familia, amigos y compañeros de diferentes organizaciones sociales en América Latina.

 Instamos a las autoridades colombianas especial atención en este caso. Estaremos muy atentos en el seguimiento de los acontecimientos en Cali para su búsqueda, ya que este hecho, como tantos otros en tierras colombianas, nos llenan de preocupación y tristeza.

 REMITIR:



HERNAN JAIME ULLOA VENEGAS

hernanulloa@presidencia.gov.co

Director del Programa presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario





WOLMAR ANTONIO PEREZ ORTIZ
Defensor del Pueblo
Calle 55 No. 10 – 32 Bogotá D.C.
Fax. 640 04 91
defensoria@defensoria.org.co
secretaria_privada@hotmail.com





MANUEL TORRES MONERO

Personero Municipal de Santiago de Cali

personeria-cali@emcali.net.co



JORGE IVÁN OSPINA

Alcalde de Santiago de Cali

alcalde@cali.gov.co


La estamos esperando!!!