viernes, 3 de diciembre de 2010

Un mundo de gente rentable



Comparto este artículo que, aunque centrado en el caso europeo, describe la situación de las humanidades y en suma de las Universidades en una parte importante del mundo, y que en Colombia sí que lo venimos sintiendo.

Un ensayo de la filósofa Martha Nussbaum y expertos españoles alertan del peligroso arrinconamiento de las humanidades en favor de una educación mercantilista

Seguro que recuerdan aquel chiste de un ingeniero, un físico y un informático que se quedan tirados en una autopista. Los dos primeros se enzarzan en una discusión sobre si hay que revisar la correa de distribución o la temperatura del radiador. El informático, mirándoles con cierta incredulidad, concluye con esta pregunta: ¿Y si salimos y volvemos a entrar? Da risa, pero es probable que su sugerencia sea incluso más práctica que la que hubiera ofrecido un filósofo. Por ejemplo: ¿Qué premisas podemos establecer para construir argumentos válidos que nos encaminen a una solución a nuestro problema en la autopista?

"¿Cómo se nos ha ocurrido meter a este en el coche?", dirían los otros tres, pensando con razón que las elucubraciones del filósofo podían abrir sus mentes, pero de ningún modo iban a arrancar el vehículo.

Que un chiste cuente que lo que no tiene un valor práctico inmediato no tiene valor nos hace reír, pero cuando se hace realidad se puede transformar en la peor broma macabra. Desde hace algunos años, existe la tendencia en los sistemas educativos de todo el mundo de arrinconar las humanidades (Filosofía, Filología, Historia...) en favor de los estudios con una proyección mercantilista.

El reciente Plan Bolonia o la reducción de la carga horaria de Filosofía en la Educación Secundaria son sólo dos ejemplos de un fenómeno que ha sido contestado con ruidosas protestas desde la comunidad académica. "Se están produciendo cambios drásticos en aquello que las sociedades democráticas enseñan a sus jóvenes. Sedientos de dinero, los estados nacionales y sus sistemas de educación están descartando sin advertirlo ciertas aptitudes que son necesarias para mantener viva la democracia", escribe la filósofa estadounidense Martha C. Nussbaum en Sin fines de lucro (Katz).

Nussbaum, prestigiosa profesora en Harvard y una de las cien intelectuales más relevantes de 2010 según la revista Foreign Policy, ha escrito un libro en el que alerta del peligro de que aparezcan "generaciones enteras de máquinas utilitarias, en lugar de ciudadanos cabales capaces de pensar por sí mismos".


CIUDADANO ROBOT
No pienso, no protesto

En el año 2001, la compañía de energía Enron entró en bancarrota después de que sus dueños protagonizaran uno de los fraudes empresariales más espectaculares de la historia. Muchos trabajadores sabían lo que estaba pasando, pero ninguno alzó la voz. "La autoridad y la presión de los pares hacían que la gente no protestara, incluso cuando las cosas se pusieron realmente feas. Necesitamos producir gente que se sienta impulsada a ser crítica, tanto para lograr un futuro saludable en la cultura de empresa como, por supuesto, para la política", responde a Público Nussbaum.

El ciudadano adquiere las herramientas para desempeñar un trabajo, aprende conocimientos de aplicación inmediata y claramente dirigidos a promover el desarrollo económico, pero se deja a un lado la formación de su capacidad intelectual, de pensamiento crítico y de reflexión. "Se están cambiando las premisas de la educación: de un sistema donde se primaba la formación intelectual se está pasando a una enseñanza utilitaria. Estamos viviendo un proceso de conversión de las universidades en un modelo muy impreciso de escuelas laborales", razona el decano de Filología de la UNED, Antonio Moreno.


CIUDADANO ÚTIL
Produzco, luego existo

Existe un abandono de aquellos conocimientos que no tengan una aplicación mercantil directa. Ahora prima la empleabilidad. No se forma a la persona de forma integral, sino que se persigue una educación que la convierta en sujeto de rendimiento inmediato en el ámbito económico. El ser humano como una pieza más del engranaje de un sistema productivo que requiere de ciudadanos fácilmente intercambiables que no se planteen otros posibles escenarios.

Para Ángeles J. Perona, profesora de Filosofía de la Complutense de Madrid, "esto conduce al adocenamiento del individuo, cierra su vida, su horizonte, e incluso limita mucho los criterios sobre su propia valía. Si haces algo que no tiene rendimiento mercantil, eres una persona excéntrica o un vago. Y hoy en día el criterio para juzgar es sólo ese".


CIUDADANO NEOLIBERAL
El mundo, un mercado

El arrinconamiento de las humanidades está directamente relacionado con una concepción neoliberal de la educación: se forma a los individuos en función de las necesidades económicas de un país. "Las universidades pierden una de sus funciones fundamentales, fomentar la conciencia crítica respecto al status quo. Se propicia la integración económica, pero vamos a crear ciudadanos que no cuestionan el modelo económico y social porque no tienen herramientas para hacerlo", afirma la escritora Marta Sanz.

La universidad y la Educación Secundaria Obligatoria cada vez ofrecen programas más acordes con las necesidades de las empresas. Carlos Fernández Liria, profesor de Filosofía de la Complutense, lo ilustra con un ejemplo: "En una ocasión, un economista vino a dar una charla a la facultad para decir que las empresas necesitaban las humanidades, que los ejecutivos tuvieran cultura general, porque no podían ir a hacer una entrevista a Japón y no saber que hay que descalzarse para entrar en una casa. Eso van a ser las humanidades".


CIUDADANO INFANTIL
Me quejo, no actúo

Estas tendencias aparecen, precisamente, en lo que se ha llamado la sociedad del conocimiento, un mundo interconectado donde los individuos tienen acceso a un volumen de información inimaginable. Sin embargo, conocer no es sólo saber cifras y datos, sino analizar los contenidos que la persona recibe y devolver algo nuevo y distinto a la sociedad.
"Se está instalando el fenómeno del infantilismo, donde el individuo se cree que tiene acceso a todo, sin trabas, lo que es algo falaz. Cuando no lo consigue aparece el victimismo: la sensación de que se nos debe todo y nos quejamos de forma permanente. En lugar de asumir el papel de sujeto que actúa, somos pasivos, víctimas de un conjunto de factores que sencillamente nos impiden ser niños otra vez", explica Antonio Moreno.


CIUDADANO INMEDIATO
Logros a golpe de ‘click'

Las nuevas consignas educativas también quieren controlar el tiempo. "Ahora nos piden cronogramas de los programas: el tema 1 en dos semanas, el tema 2 en una semana... Eso impide que yo pueda cambiar el ritmo de mis clases en función de las preguntas de mis alumnos. El tiempo se mecaniza, se instala una sensación de seguimiento de las personas con la excusa de que te preocupas, cuando en realidad lo que haces es ahogarles", indica Ángeles J. Perona.

Se impone la idea de inmediatez, aumentada por las infinitas posibilidades que ofrece una tecnología cuyo poder no parece tener límites. Para Antonio Moreno, "el deslumbramiento de la tecnología, que aparentemente nos suministra un acceso a toda la información, crea una ficción de interpretación de la realidad y no contempla los intangibles del conocimiento. No son datos, son operaciones que tiene que realizar el sujeto. Y al sujeto hay que ilustrarlo, porque si lo toma de la red son opiniones prestadas, no un análisis propio".


CIUDADANO AISLADO
El otro no existe

Martha Nussbaum cree que una educación errónea es una de las causas que conducen a sistemas como el totalitarismo. Considera vital que se instruya a las personas desde muy pequeñas en la comprensión y experiencia de los otros. "La incapacidad para entender a los otros como seres humanos plenos fue una parte prominente del nazismo. El psicólogo Robert Jay Lifton hablaba del fenómeno de la disociación: los alemanes de la época eran capaces de tratar con gran humanidad a su familia y a continuación tratar a los judíos como meros objetos", explica Nussbaum.

Los problemas de la actualidad, descontextualizados, aislan al ciudadano, que sin los conocimientos de fondo que aportan las humanidades se vuelve más vulnerable. "Se cercena su curiosidad y se le priva de muchos placeres, como es el disfrute de la cultura. Esta educación tan enfocada a satisfacer las necesidades del mercado incluso atenta contra la posibilidad de ser felices y de ser buenos. Moralmente buenos. Ser mejores personas: más solidarios, más consecuentes, más generosos...", sostiene Marta Sanz.


CIUDADANO INDEFENSO
Soy lo que quieren que sea

Las posibilidades para el individuo se reducen a una sola variable: el valor de su producción en el mercado. "Se nos impone una noción de producción muy mercantil, muy capitalista. ¿Porque qué se entiende por producción? Un libro de poesía es una producción, algo nuevo y valioso, pero claro, su rentabilidad económica no es tan valiosa", explica Ángeles J. Perona.

Carlos Fernández Liria cree que "el totalitarismo neocon, que es el que ha impulsado este tipo de educación, va a imponer en la cabeza de la gente que nada que no tiene valor en el mercado tenga valor en sí mismo". Las personas, por lo tanto, tendrán valor cuando el mercado lo decida.

Bolonia, una amenaza para las humanidades
Mercantilismo
Criterios de rentabilidad

El Plan Bolonia que se está implantando en las universidades de Europa “es perjudicial para las humanidades. Los debates para fijar qué grados se iban a aceptar se basaban en criterios mercantiles. Han estado a punto de desaparecer determinadas filologías por poca matrícula”, dice Ángeles J. Perona.


Competencias
Del ‘saber’ al ‘saber hacer’

Según el decano de Filología de la UNED, “se sustituye el aprendizaje de contenidos por las competencias, que es un saber hacer. Los contenidos los incorporas para desarrollar destrezas muy concretas en un ámbito muy determinado. Las ciencias puras tienen una situación muy difícil”.


Interés empresarial
Estudiar lo que produce

“Pervivirán las asignaturas que tengan interés empresarial. Se ve en el ámbito de los medicamentos: las investigaciones no van por la verdad ni el interés general de la humanidad, sino por lo que dicte el mercado”, asegura Carlos Fernández Liria.

Tomado de http://www.publico.es/culturas/348928/un-mundo-de-gente-rentable

5 comentarios:

la Tucu dijo...

Me gustó el análisis, si bien creo no tiene validez universal; acá en Argentina donde la Universidad es pública y hasta hoy gratuita, las inscripciones en las distintas carreras marcan que siguen siendo "tradicionales" las carreras de Medicina, y Derecho con una altísimo aumento de la matrícula en carreras humanistas como Psicología y Comunicación Social. Se está planteando justamente fomentar el estudio de las Ingenierías, porque la demanda nunca es completada con los egresados de cada año. Quien hizo éste comentario hace muy poco, un Ingeniero, hablando públicamente para incentivar la mátricula comentaba que la dificultad de esas carreras no debe desalentar, porque las posibilidades de empleo compensarán esas dificultades .
En fín Daniel, que comparto el análisis enlo que respecta a los planteos generales, la educación media deficiente en formar ciudadanos con espíritu crítico, infantiles, y con la idea de la inmediatez, pero pareciera que el arrinconamiento de las humanidades no es tanto por éstos pagos del sur.

Iraida dijo...

Me parece que el equilibrio es necesario entre educacion tecnica y humanidades. En cualquier caso no seria muy elitista una educacion en humanidades cuando se circunscribe la critica a las universidades? Y que del resto de los ciudadanos que no llegan a la universidad.?

En todo el trabajo se le califica a la ense☺anza tecnica como produccion mercantil, lo cual vendria a estar determinado por el sistema social, en este caso el sistema capitalista que en. La educacion tecnica es imprescindible para el progreso material de la sociedad, sea capitalista o socialista.

Mi impresion por lo que he leido anteriormente es que nuestros paises latinoamericanos adolecen del exceso de ense☺anza en humanidades y carencia de carreras tecnicas como como una importante causa de la falta de desarrollo economico, sin el cual no es posible garantizar la satisfaccion de las necesidades minimas para que el hombre pueda pensar en algo menos material que sobrevivir.

Lo dijo Engels ante la tumba de Marx: que el gran descubrimiento de este habia sido descubrir que el hombre antes de hacer politica tenia que resolver sus necesidades vitales de alimento y techo.

Saludos.

Iraida dijo...

Te voy a decir algo mas aunque sea una percepcion muy particular: poco han aportado los filosofos a los problemas de Cuba, su crecimiento y perfeccionamiento economico. Si no se sabe economia y se tiene libertad de proponer, ser escuchados, etc. (siempre teniendo en cuenta el bienestar comun y la soberania como corresponde). Si los filosofos no saben de economia, no entienden los problemas economicos estamos fritos.

Iraida dijo...

Me permito traer aqui un escrito de Jose Marti sobre la educacion. Si aclaro que en otros escritos habla de una educacion integral, donde los conocimientos practicos y el desarrollo de lo espirtiual en el hombre vayan de la mano. En algun escrito planteo que la espiritualidad puede darse del propio conocimiento y contacto con la naturaleza. Tambien abogo por la ense☺anza practica, de talleres inclusive, desde los primeros a☺os de ense☺anza. El escrito:

"¿Cómo no hemos de ver con placer que aquello por que La América desde hace meses aboga, está siendo hoy confirmado por la calurosa discusión y especial atención de los más notables periódicos de Industria, Mecánica y Comercio de los Estados Unidos? Se han hecho dos campos: en el uno, maltrechos y poco numerosos, se atrincheran los hombres acomodados y tranquilos, seguros de goces nobles y plácidos, que les dan derecho de amar fervientemente el Griego y el Latín; en el otro, tumultuosos y ardientes limpian las armas los hombres nuevos, que están ahora en medio de la brega por la vida, y tropiezan por todas partes con los obstáculos que la educación vieja en un mundo nuevo acumula en su camino, y tiene hijos, y ven a lo que viene, y quieren libertar a los suyos de los azares de venir a trabajar en los talleres del siglo xix con los útiles rudimentarios e imperfectos del siglo xvi.

De todas partes se eleva un clamor, no bien definido acaso, ni reducido a proposiciones concretas, pero ya alto, imponente y unánime; de todas partes se pide urgentemente la educación científica. No saben cómo ha de darse; pero todos convienen en que es imprescindible, e improrrogable, que se dé. No hallan remedio al mal todavía, pero ya todos saben donde reside el mal, y están buscando con vehemente diligencia el remedio.

(continua)

Iraida dijo...

Bradstreets, el más acreditado y sesudo periódico de Hacienda y Comercio que New York publica; Mechanics, el más leído por los que se dedican a las artes del hierro; The Iron Age, "La Edad de Hierro", excelente revista de los intereses mecánicos y metalúrgicos de los Estados Unidos, abogan en este mes de agosto con vivísimo empeño porque se haga de manera que llegue a ser general, común, vulgar, la educación técnica. El orador en una fiesta de Universidad, de esas muy animadas con que los colegios celebran en junio su apertura de cursos, dijo, con palabras que han recorrido entre aplausos toda la nación, algo semejante a esto: en vez de Homero, Haeckel; en vez de griego, alemán; en vez de artes metafísicas, artes físicas.

Y esta demanda es hoy como palabra de pase, y contraseña de la época, en todo diario bueno y notable revista. Se sabe un hecho, que basta a decidir la contienda: de cada cien criminales encerrados en las cárceles, noventa no han recibido educación práctica. Y es natural: la tierra, llena de goces, enciende el apetito. Y el que no ha aprendido en una época que sólo paga bien los conocimientos prácticos, artes prácticas que le produzcan lo necesario para satisfacer sus apetitos, en tiempos suntuosos fácilmente excitados, –lucha heroica e infructuosamente, y muere triste, si es honrado; o se descorazona, y mata, si es débil, o busca modo de satisfacer sus deseos, si estos son más fuertes que su concepto de virtud, en el fraude y en el crimen.

Mal pelean los reclutas novicios en las batallas contra los veteranos aguerridos: quien ha de batallar, ha de aprender muy de antemano, y con suma perfección, el ejercicio de las armas.

Se siente la necesidad, pero no se da aún con el remedio. Ya Inglaterra ha nombrado sus Comisionados Reales para el estudio de la educación técnica y ha establecido muy fructuosas escuelas científicas; pero que haya escuelas buenas donde se pueda ir a aprender ciencia, no es lo que ha de ser. Que se trueque de escolástico en científico el espíritu de la educación; que los cursos de enseñanza pública sean preparados y graduados de manera que desde la enseñanza primaria hasta la final y titular, la educación pública vaya desenvolviendo, sin merma de los elementos espirituales, todos aquellos que se requieren para la aplicación inmediata de las fuerzas del hombre a las de la naturaleza. –Divorciar el hombre de la tierra, es un atentado monstruoso. Y eso es meramente escolástico: ese divorcio. –A las aves, alas; a los peces, aletas; a los hombres que viven en la Naturaleza, el conocimiento de la Naturaleza: esas son sus alas.

Y el medio único de ponérselas es hacer de modo que el elemento científico sea como el hueso del sistema de educación pública.

Que la enseñanza científica vaya, como la savia en los árboles, de la raíz al tope de la educación pública. –Que la enseñanza elemental sea ya elementalmente científica: que en vez de la historia de Josué [yo agregaria que cualquier filosofia], se enseñe la de la formación de la tierra.

Esto piden los hombres a voces:–¡armas para la batalla!"

[*] José Martí, "Educación Científica." La América, Nueva York, septiembre de 1883. Obras Completas. Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 1975. Tomo 8. Páginas 277-278.